Sammy mantiene vivo el sueño de Gamergy
La fecha estaba marcada en rojo en el calendario. 17 de mayo de 2017. A las 20:00h. Final contra Kiyf. Porque todo lo que juega Movistar Riders son finales. Y el partido de Kiyf, más. Mucho más. Por estilo de juego, por la necesidad imperiosa de llegar a Gamergy, por haber demostrado que pueden ganar a cualquiera, Kiyf era el rival más temido. Y durante los tres primeros mapas, justificó ese temor. Al cuarto, sin embargo, Movistar no dio opción y cerró un duelo con una brillantez tal que, aparte de certificar el derecho a seguir soñando con la Final Cup, puso de manifiesto que, ahora mismo, hay pocos conjuntos más en forma que ellos.
Partía como local Movistar Riders y eligió mapa. Punto caliente en Breakout para iniciar las hostilidades. Se preveía duelo igualado y se cumplió. El arranque fue un toma y daca constante pero, tras el hardpoint del cementerio, Kiyf iba a cobrar ventaja para dejar claro que venía a por todas y que pensaba llevar al límite a los hombres de negro. El límite supuso rotar muy bien y tirar del mejor Puni para sacar adelante un primer juego por un ajustado 250-217. 1-0 que daba confianza aunque siempre sin perder de vista que quedaba mucho camino por recorrer.
Buscar y destruir en Retaliation era la siguiente parada y, al igual que pasó la semana anterior ante Baskonia, los de Movistar iban a encajar un severo correctivo. 4 rondas consecutivas a favor de Kiyf pusieron una ventaja que a la postre resultó insalvable. El primer punto de mapa fue aprovechado por los rivales en el día de hoy, lo que dejaba el marcador en tablas. 1-1 y una invitación a seguir sufriendo.
Con las espadas en todo lo alto, la angustia competitiva continuaba por enlace en Frost. Los Riders empezaron controlando pero el electrónico reflejaba dominio del oponente. Hasta 3 abajo llegaron a estar(0-3 y 1-4). Movistar ejercía mucha presión pero tenía poca efectividad. Lo que pasa es que los ataques eran continuos y, de una manera o de otra, anotar se iba a anotar. Normal que al descanso y gracias a un Denza pletórico, los chicos entrenados por Taz ya mandaran por 5-4. En la reanudación, paseo militar. Rápidamente se amplió el parcial. 7-4 y sin gastar ni un sólo especialista. Pintaba bien la cosa. Denza seguía puntuando y se entraba en el último minuto con 5 arriba para Riders. Momento para buscar la heroica de Kiyf o, dicho de otra manera, momento para buscar tres anotaciones en apenas cincuenta segundos. Un imposible. No iba a poder ser. El último intento de Druump era parado por Puni. Un mapa más y, si nadie lo impedía, la victoria caería del lado de Movistar Riders.
Mentalizados de que la oportunidad era única, Puni, Denza, Dean y Sammy y dieron una lección de autoridad en el último acto. Después de unos compases iniciales que les vieron ponerse 30 puntos abajo, los Riders iban a arrasar con todo a continuación. Guiados por un magnífico Sammy que encadenó una racha de 12 bajas y sumando el que más dentro del punto, se daba la vuelta al electrónico y se disparaba hasta 100 la diferencia entre ambos combinados. Era más que improbable la remontada porque Movistar no aflojaba en ninguna fase del juego. Los ataques de Kiyf eran repelidos de manera extraordinaria y tras los hardpoints del granero y el carril bici, el choque estaba visto para sentencia. Una triple de Dean echaba el cierre a lo que fue una verdadera exhibición que para la estadística quedó registrada en un 250-131 favorable a Riders.
A la finalización y como no podía ser de otra manera, Sammy fue elegido jugador del partido y manifestó que «este partido era la gran final porque ellos se lo jugaban todo aunque lo cierto es que, de aquí a que acabe la liga regular, todo lo que queda es complicado ya que ninguno de los rivales es sencillo, más bien al contrario.» Está claro. No hay que celebrar demasiado porque falta un mundo. Aunque eso sí, Movistar Riders acaba la jornada en cuarta posición y sigue soñando, una semana más, con Gamergy.
Foto: Sammy Lam / iEventMedia
